Por Adriana Colchado
Hace unos días una peculiar fotografía del Papa Francisco en un chamarrón bien coqueto le dio la vuelta al mundo digital y aunque parecía bastante real, no tardamos en descubrir que se trataba de una imagen generada por una inteligencia artificial llamada H-Art.
Naturalmente, en México se crearon un sinfín de divertidos memes, pero al mismo tiempo la imagen también nos hizo plantearnos varias preguntas sobre estas hiper realistas imágenes ¿Llegará el día en que no podamos identificar lo real a lo generado por una IA? ¿Hasta dónde es ético utilizar la imagen de una persona sin su consentimiento? ¿Cómo y cuándo se regulará la utilización de estas inteligencias?
Son cuestiones bastante pertinentes en estos instantes, porque con esta sola imagen del Papa nos mostraron cómo se puede colocar a un líder mundial en cualquier escenario y situación… lo cuál puede ser MUY PELIGROSO.
Sí, hasta ahorita hemos ocupado estos generadores de imágenes para cambiar nuestra foto de perfil a una donde somos una criaturilla del bosque encantado, pero mañana podríamos tener una tecnología tan avanzada que nos permita crear imágenes con las que se puedan ganar juicios de manera fraudulenta, incriminar a alguien o dañar su reputación, por decir algunas cosas menores que vienen rápido a mi mente, pero pues para delinquir, somos creativos, así que seguramente las IA tendrán muchos usos para los malandros.
Otro dilema ético que debemos plantearnos sobre las inteligencias artificiales, son sobre los generadores de textos.
Ayer mi cuñada me mostraba un chat inteligente al que le puedes pedir literalmente cualquier cosa y estuvimos jugando un rato: le dijimos algunas características de mi perro y le pedimos que hiciera un poema… la verdad le quedó bien bonito; le pedimos un plan de nutrición y en cuestión de segundos ¡zas! nos ahorramos el nutriólogo; le dimos algunos detalles sobre cierto rufián y que nos escribe un mensaje para batearlo sin herir sus sentimientos… luego, nos pusimos más serias y le pedimos un ensayo, un resumen de un libro, una planeación mensual… ¿ven a dónde voy?
Me sorprendió tanto porque después de hacerle un montón de peticiones de diferentes temas, si regresábamos a cualquiera de ellos, ya había aprendido de nosotras y nos adaptaba más las respuestas. Fue como chismear con una amiga que ya tenía mucho contexto sobre mi vida.
Definitivamente este chat es mucho más inteligente y capaz que algunas personas que conozco y no puedo evitar preguntarme ¿Cuándo nos rebasará en capacidad? ¿Cuándo será más fácil y barato contratar a una IA que a una persona que invirtió 4 años de su vida estudiando una carrera universitaria?, ¿con estas tecnologías, los estudiantes se harán perezosos y mediocres? Y más y más preguntas.
Para escribir esta columna le pregunté ¿crees que algún día las inteligencias artificiales sustituirán algunas profesiones? Me respondió “Es posible que en el futuro algunas profesiones sean sustituidas o modificadas significativamente debido al avance de la inteligencia artificial (IA) y la automatización. De hecho, ya hay algunos trabajos que se han visto afectados por la IA, como por ejemplo la fabricación, el procesamiento de datos y la atención al cliente.”
Ella lo sabe y no lo niega, es tiempo de que nosotros nos preparemos.
Las IA, sin duda tienen el potencial de transformar muchas industrias y profesiones en un futuro no tan lejano, pero también es probable que con ellas surjan nuevas oportunidades de trabajo y especializaciones que requieran habilidades que aún no se han desarrollado y para las que tenemos que estar al tiro. Hay que adaptarnos, aprender, pero no abandonar los métodos convencionales para hacer las cosas porque si no, nos volveremos obsoletos, seremos Pinky y las IA, cerebro.
Bien le pude pedir que escribiera esta columna por mí, pero no lo hice porque disfruto escribir mis reflexiones y porque quiero creer que la IA no es capaz de ser tan cremosa como yo.
Y bueno, a este punto de la historia creo que es más probable que el apocalipsis ocurra a consecuencia de la inteligencia artificial y no por los zombies, lo cual es muy triste porque después de chutarme siete temporadas de «The Walking Dead», ya me sentía preparada para sobrevivir a esa. *Se deja morir ante la tecnología*.
Hasta aquí el chisme, lo viral, el tamal con crema… y también con pasas.