¿De qué sirve ganar el mundo, si al final pierdes el alma?, una frase de San Ignacio de Loyola, quien a los 43 años funda la Compañía de Jesús y muere a los 64 años mientras permanecía en la cárcel, siempre luchando por defender sus ideales.
La frase de San Ignacio es muy pertinente para aplicar al emprendimiento, de nada sirve acumular riquezas materiales si pierdes valores, amistades y te traicionas a ti mismo con tal de lograrlo.
Recientemente el Sacerdote Jesuita Luis
Arriaga Valenzuela, Rector de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, dió un discurso con motivo de los 80 años de la Universidad , en el cual compartía 5 principios que seguirá la Universidad y que constituyen excelentes consejos para nuestros emprendimientos, me permito presentarlos aplicados al mundo de la empresa:
- Excelencia humana integral: Es fundamental en nuestras empresas la excelencia holística de la persona humana, es decir impulsar y lograr la mejor versión de todos los que forma parte de la empresa mediante el desarrollo de las habilidades duras y blandas. Generamos mejores generaciones desde la empresa.
- Incidencia social: Las empresas no sólo deben generar riqueza material, también deben incidir positivamente en la comunidad, fortalecer el tejido social, de nada sirve una empresa exitosa en una sociedad que fracasa.
- Internacionalización e inter culturalidad: La globalización y el mundo digital nos obligar a atender otros mercados y para ello es necesario conocer y respetar las culturas de los mercados que preténdenos conquistar con nuestra propuesta de valor.
- Fortalecimiento de la identidad: tal y como lo han hecho por siglos los jesuitas, nosotros deberemos crear una mística empresarial, impulsar un conjunto de valores, de misión trascendental e incluso de conductas deseadas y no deseadas que generen identidad en la empresa.
- Eficiencia y sostenibilidad: Es necesario en la actualidad hacer más con menos, entregar más valor que la competencia y al hacerlo no sólo respetar el medio ambiente sino procurar protegerlo desde la trinchera empresarial. Cómo empresa nos toca entregar un mejor planeta las próximas generaciones.
Tal y como se propone para la Universidad Jesuita, nuestras empresas deben constituirse en un laboratorio que genere prototipos, pruebas pilotos y experimentos que propongan soluciones pertinentes a desafíos contextuales.
La frase de batalla de San Ignacio, de Loyola, «Militia est vita» (la vida es lucha), transmite la actitud necesaria para emprender, nadie nos dijo que emprenderé fuera fácil, emprender es luchar por un bien mayor, todos los días.