“La de los Ojos Abiertos” de Alejandra Pizarnik, es un poema incluido en el poemario La última Inocencia publicado originalmente en 1956. Pizarnik emplea mayoritariamente un estilo confesional introspectivo en sus piezas: con temáticas relacionadas al amor, la sobrevivencia, la soledad, el deseo insatisfecho, y los límites del cuerpo. El formato de sus poemas es breve; no sobrepasa página y media y en casos, consiste solamente de una estrofa. Sin embargo, sus piezas transmiten emociones complejas sobre la condición humana de la mujer, el peso de la existencia, y el pasar del tiempo. “La de los Ojos Abiertos”, comienza con una estrofa desgarradora: “la vida juega en la plaza / con el ser que nunca fui” (Pizarnik 1-2), para crear una narrativa en la que la voz del poema discute la idea de la ambivalencia de la vida, lo efímero de esta, y la soledad creada al ver las posibilidades de lo que uno pudo ser pasar frente a si mismo. La vida se personifica como un ser alegre, que interactúa con las posibilidades de la existencia perdida de Pizarnik, un ente personificado al que la voz del poema llama casi con desesperación: “Vida, / aquí estoy / mi vida / mi sola y aterida sangre / percute en el mundo” (Pizarnik 11-15). A pesar de encontrarse en una posición de ambivalencia en frente del paso del tiempo y la pérdida de oportunidades, la sangre de la voz del poema resiste, creando sonidos en el mundo que invocan atención hacia su existencia.
La idea de la vida como algo pasajero enfrente de nuestros ojos, es característica de la poesía feminista del siglo 20: principalmente en poemas confesionales como los de Pizarnik. Un ejemplo de esta idea está presente a lo largo de la poesía de Sylvia Plath, contemporánea de Pizarnik, así como en su prosa en The Bell Jar. “La de los Ojos Abiertos” es un poema que explora las ansiedades de la vida como mujer en un mundo en el que nuestra presencia debe ser sonora para ser vista, donde las posibilidades de otras vidas que pudimos tener nos pasan frente a los ojos, y donde el miedo de nos ser vistas es como sentirse muertas. En relación a esto, la idea de la muerte está enfatizada como algo que aterra, algo inevitable acechando al final de una vida insatisfecha, donde los ideales se ven obstaculizados por el mismo ser: “Pero quiero saberme viva / pero no quiero hablar / de la muerte / ni de sus extrañas manos” (16-19). Sin embargo, Pizarnik no establece una posición de la voz del poema como una víctima; en el ensayo “Conciencia Desdoblada: Agencia Femenina y Melancolía en la Poesía de Alfonsina Stroni, Rosario Castellanos, y Alejandra Pizarnik”, Juli A. Kroll establece la idea de que la ambivalencia en la obra de Pizarnik por medio de una dicción distante presenta una idea de resistencia en oposición a una existencia limitante (Kroll 71). Asimismo, la voz del poema “encuentra el placer de su propia agencia, informada por la soledad y solidaridad alternantes” (Kroll 71), lo cuál está presente a lo largo del poema por la repetición de la línea “y aquí estoy”. “La de los Ojos Abiertos” es una alegoría a la resistencia en la cara de la soledad, la insatisfacción, la muerte, y una vida que no se logró vivir.
Bibliografía:
Kroll, Juli A. “Conciencia Desdoblada: Agencia Femenina y Melancolía En La Poesía de Alfonsina Storni, Rosario Castellanos, y Alejandra Pizarnik.” Hispanic Journal, vol. 29, no. 2, 2008, pp. 69–85. JSTOR, http://www.jstor.org/stable/44287582.
Pizarnik, Alejandra “La de los Ojos Abiertos”. Alejandra Pizarnik Poesía Completa. Lumen 2001.
LA DE LOS OJOS ABIERTOS
la vida juega en la plaza
con el ser que nunca fui
y aquí estoy
baila pensamiento
en la cuerda de mi sonrisa
y todos dicen que esto pasó y es
va pasando
va pasando
mi corazón
abre la ventana
vida
aquí estoy
mi vida
mi sola y aterida sangre
percute en el mundo
pero quiero saberme viva
pero no quiero hablar
de la muerte
ni de sus extrañas manos.