Redacción El Heraldo de Puebla
Muchas personas han dejado de consumir carne, algunos buscando llevar una dieta más saludable y otros por dejar de fomentar el maltrato animal.
Sin embargo, al evitar el consumo de carne nuestro cuerpo puede verse afectado si antes no consultamos con un especialista sobre los riesgos que conlleva someterse a un plan alimenticio restrictivo.
Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología en la Facultad de Estudios Superiores, plantel Zaragoza de la UNAM, explicó que la carne es fundamental en la dieta, ya que aporta hierro y grasas.

La investigadora señaló que el hierro es primordial para transportar oxígeno a todo el cuerpo, además de que ayuda a construir una parte de la masa muscular. Tan importante es este mineral que afecta a las mujeres en la fertilidad y a los niños en su desarrollo cognitivo o intelectual. Su ausencia puede causar anemia.
La carne, ya sea de res, cerdo, pollo o pescado, es una buena fuente de proteína. Y, aunque es posible encontrarlas en otros alimentos, no es tan sencillo que el cuerpo humano las absorba. Si tenemos un déficit de proteínas, es probable que suframos de debilidad, anemia y, en el caso de las mujeres, amenorrea (ausencia de la menstruación).
Posiblemente habrás escuchado que el hierro y las proteínas se pueden obtener de las leguminosas y cereales, y es verdad; no obstante, se deben mezclar para que el cuerpo pueda aprovecharlos; por ejemplo, mezclar frijoles con maíz y lentejas con arroz. “Si no se combinan de esa forma los aminoácidos no se conjugan para formar las proteínas”, dice Valdés Moreno.

Por otro lado, también es sabido que comer en exceso carne roja tiene sus contras: posee un alto contenido de colesterol que puede desarrollar hipercolesterolemia, lo que nos hace más propensos a padecer un infarto cardiovascular.
La carne de pollo o pescado son más saludables, pero quien la consuma genera un excedente de proteínas nitrogenadas que se excretan mediante la orina y que deben pasar por el riñón.
“En este caso hay un riesgo si se tiene una predisposición o enfermedad renal”, concluyó.
Así que la recomendación es que hables con tu médico, seguramente él te aconsejará que lo mejor es llevar una dieta equilibrada.
