Restaurantes de la capital poblana han optado por medidas de seguridad para proteger a sus clientes y colaboradores, entre las que destaca cerrar con llave o pasador para evitar el ingreso de delincuentes.
Lo anterior ante la ola de asaltos a este tipo de establecimientos donde delincuentes ingresan para robar, únicamente, las pertenencias de los clientes, principalmente teléfonos celulares y relojes.
Bajo este esquema operan pequeños restaurantes en la zona de Rancho Colorado donde los clientes deben esperar a que les abran las puertas del establecimiento para ingresar o salir del mismo.
Con esta medida se busca no sólo brindar garantías a los clientes sino también a los empleados que en su mayoría son mujeres.
Al respecto el vicepresidente de seguridad de la Red Mexicana de Franquicias, Roberto Esquivel Ruiseco, aceptó que cada vez hay más medidas de este tipo implementándose al interior de los establecimientos pues invertir en cámaras de videovigilancia no ha resultado suficiente ante este modus operandi.
Indicó que hay establecimientos donde se ha designado a una persona, en algunos casos quien se encarga de la caja, para que esté pendiente del monitoreo de las cámaras de seguridad o de lo que ocurre en torno al establecimiento para detectar posibles conductas extrañas y de esta forma prevenir asaltos.
El empresario señaló que hay indicios de que la pareja que ha sido captada en redes sociales robando a clientes de restaurantes y cafeterías es la misma que en 2017 robó una laptop en una agencia de automóviles en la zona de Angelópolis.
En días a pasados el Consejo de Comerciantes del Centro Histórico señaló que en los últimos meses han cerrado 350 establecimientos y se han pedido más de mil cuentas de empleo resultado de la inseguridad y del creciente número de comediantes ambulantes.