La educación superior debe preservar su inquebrantable compromiso de formar ciudadanos convencidos del valor de la justicia, la equidad, la tolerancia y la sostenibilidad; seres humanos íntegros, éticos y responsables que asuman la conducción de su comunidad, su entorno y su país, con una clara convicción sobre los derechos humanos, la conservación ambiental y la convivencia pacífica, señaló el Rector Alfonso Esparza Ortiz al externar su punto de vista sobre el futuro de la educación superior.
Durante su participación en la apertura de la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades, AIU 2019, Transformar la educación superior para el futuro, puntualizó que frente a las nuevas realidades, la educación superior debe conservar su carácter humanístico, pues el conocimiento de nada sirve, si no es para mejorar la vida de las personas.
Capacidad de adaptación
Tras considerar que frente a los cambios de paradigmas, las instituciones deben desarrollar capacidad de adaptación y respuesta frente a requerimientos y retos inéditos, el Rector de la BUAP expresó: “En un mundo de acelerados avances científicos y tecnológicos, en el que la computación cuántica, la inteligencia artificial, las criptomonedas, el blockchain, el internet de las cosas y muchas otras innovaciones ya condicionan el desarrollo y son factores de poder entre las naciones, la universidad está obligada a brindar respuestas en el campo de la investigación científica y en la formación de capital humano que reclama un planeta en constante transformación”.
Así, frente a este panorama complejo, cuestionó: ¿qué cambios debemos hacer en los sistemas de enseñanza aprendizaje?, ¿qué alternativas de financiamiento están a nuestro alcance?, ¿cómo podemos aprovechar mejor la tecnología?, ¿qué tipo de egresados queremos formar?, ¿cuáles son las características de los docentes que precisamos?, ¿a qué mundo aspiramos?
Durante la apertura de la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades, foro que reúne a rectores, investigadores y especialistas de 184 universidades de 67 países, el Rector Alfonso Esparza Ortiz aseveró que “como en muchos otros ámbitos, los jóvenes están llamados a ser protagonistas de una nueva mirada sobre el mundo; a ellos corresponde impulsar las transformaciones necesarias para que el planeta pueda seguir albergando al ser humano”.
Educación, clave en la agenda de ONU
En su intervención, Pam Fredman, presidenta de la Asociación Internacional de Universidades (IAU, por sus siglas en inglés), destacó el papel de la educación superior en las sociedades, incluso en aquellos países con poco desarrollo tecnológico. El compromiso social de la educación, dijo, debe ser visible a través de la investigación y la formación, y en la medida en que se comprenda este valor, será posible presionar a los gobiernos, a los políticos, sobre la importancia de la educación superior.
Al respecto, abundó que desde la perspectiva de la Organización de Naciones Unidas se ha establecido que la educación superior tiene un rol clave en la agenda de 2030 y la agenda de 2020 ya fue firmada por todos los países miembros de la ONU.
Agregó que los estudiantes son fuerzas impulsoras y de acuerdo con una encuesta que fue presentada en Canarias, para ellos lo más importante en la educación superior es adquirir habilidades y conocimientos para perfilarse como los responsables del futuro del planeta. “Eso significa que nosotros también debemos buscar la forma de darles esto, con pensamiento crítico, creatividad y responsabilidad social”.
Al citar el tema de la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades 2019, Transformar la educación superior para el futuro, consideró que las prioridades son liderazgo, internacionalización, desarrollo sustentable y tecnología, las cuales guiarán las discusiones de este jueves 14 y viernes 15, en un diálogo constructivo.
Redacción Foto Especial