El arzobispo Víctor Sánchez Espinoza pronunció la tradicional misa dominical en la catedral de Puebla, donde se congregó una gran cantidad de feligreses para escuchar la palabra y el mensaje de fe y esperanza durante el último domingo del año frente a los problemas de inseguridad que se viven actualmente en la capital poblana.
Al interior del emblemático recinto, familias poblanas y visitantes se mantuvieron atentos ante las palabras del miembro de la orden episcopal, en medio de la imponente arquitectura, el olor a incienso y la música del órgano.
“Se debe hacer una evaluación en la vida, un alto en el camino y el fin de año es para eso. La acción de gracias es el mensaje del fin de este ciclo”.
Al finalizar, Sánchez Espinoza dijo a los medios de comunicación que la seguridad sigue siendo un pendiente y debe ser una prioridad por la ola de violencia que se ha vivido en la entidad los últimos días.
El arzobispo mencionó tener confianza en que el próximo año será mejor, sin asesinatos ni asaltos. Sánchez Espinoza agregó que la economía de los poblanos también está sufriendo y que las familias están pasando momentos complicados, por lo que exhortó a los creyentes a caminar positivamente para que la vida sea mejor para todos.
Fotos de Mara González / El Heraldo de Puebla