El presidente Andrés Manuel López Obrador estará feliz en la conferencia de prensa de este Viernes Santo.
Esto porque su secretaria de Energía, Rocío Nahle, mandó al rancho del tabasqueño a los verdaderos productores de petróleo del mundo en la reunión de ayer de la OPEP-OPEC.
El berrinche de la secretaria básicamente puso a México en peligro frente a los árabes, quienes además de machistas, son poderosos y nos pueden boicotear.
Esta rabieta de muy bajo nivel de la inexperta secretaria puede costarle muy caro a México.
Pero insisto: el presidente estará muy feliz, porque le encanta el pleito. Es en donde mejor se mueve. Sabe ser rijoso y pelearse con los empresarios, con los partidos y los medios de comunicación. El caso es que una cosa es pelearse siendo candidato eterno a la alcaldía y otra cosa es pelearse cuando gobiernas un país como México.
Y debido a que a AMLO le encanta el pleito, pues enfureció y endureció en los recientes días sus críticas a los medios de comunicación, debido a que hacemos nuestro trabajo: informar sobre lo que pasa sobre el COVID-19, más allá de los datos oficiales.
El editorial de este jueves en su columna de casa Bajo Reserva muestra la intolerancia del presidente, quien los considera opositores.
Este jueves en la mañanera planteó una tregua con los medios, una vez que ha perdido decenas de puntos de aprobación ciudadana fundamentalmente por:
- Sus errores al desaparecer estancias infantiles.
- Ser insensible a las exigencias femeninas ante la violencia y agresiones a las mujeres fustigadas en las marchas del 8 y la parálisis del 9 de marzo.
- Los errores en materia de economía, la incapacidad de frenar la violencia y sus inexplicables acuerdos con El Chapo.
- El pésimo proceso de cambio en ataque al huachicol, el paso del Seguro Popular a Bienestar y la cuestionada política de combate al COVID-19.
- El peor de todos los errores del presidente es mostrarse insensible a la catástrofe económica que generará la emergencia sanitaria, pues la caída de empleos e inversión serán de dimensiones desastrosas.
Bueno, hasta ahí por hoy.
Desde los corrillos:
¿Por qué en Puebla la gente abarrotó la calle de las pescaderías en el centro histórico este Jueves Santo?, ¿será acaso que conocen del valor que el pescado aporta a la nutrición? No. Lo hicieron porque las fechas de Semana Santa cristiana así lo establecen. Es decir, que las personas que saturaron la 16 Poniente, entre 3 y 9 Norte, se arriesgaron a contagiarse y a contagiar a otros con tal de cumplir con un mandato religioso.
De atar.
Gracias y hasta el lunes.
Portada: Twitter @rocionahle