Víctor de Jesús Abelino, obrero de profesión y vecino de la colonia Tepeyac en Tehuacán, a través de una carta ciudadana que circula en las redes sociales, expone al presidente de la República que la fábrica en que trabajaba suspendió labores, quedándose sin empleo y sin ingresos para sostener a su familia; tiene incertidumbre porque no sabe si la que fue su centro de trabajo reabrirá sus puertas.
“Es preocupante y asfixiante vivir esta situación pues la economía ya no me alcanza para cubrir las necesidades de alimento de mi familia”, dice el texto de la misiva.
Desde hace cuatro meses que empezó la contingencia sanitaria en México por la pandemia del coronavirus; muchas empresas se vieron obligadas a cerrar, para evitar, más contagios y más muertes. A juicio de don Víctor, el gobierno tiene dinero para ayudar a la población marginada, porque tiene muchos ingresos por la vía del cobro de impuestos que no perdona ni en época de pandemia.
Este obrero, oriundo de Tehuacán, afirma que el gobierno tiene obligación de apoyar a los trabajadores porque ellos con su trabajo producen todo lo que los mexicanos consumen, alimento, calzado, ropa, servicios, obras de infraestructura social, toda la riqueza de un país; además, el dinero que tiene el gobierno, se lo dan los mismos trabajadores pagando impuestos.
Por todas estas razones, en la carta de referencia, Víctor concluye con una petición respetuosa, “le pido que haga usted algo o implemente una ayuda para nosotros los obreros más necesitados”.