Roberto Quintero
El COVID-19 deberá representar un triunfo interno para el emprendedor, creciendo en la adversidad.
Se dice que ser emprendedor es como cuando vamos al dentista, cuando pensamos que viene lo peor nos damos cuenta de que lo peor ya pasó y lo logramos superar.
Ya son más de cuatro meses con las cortinas de los negocios cerradas o con las ventas mermadas. Es claro que el COVID-19 ha representado uno de los mayores retos para la supervivencia de los emprendedores en todo el mundo.
La salud del emprendedor es su capital más importante y es claro que el estado de ánimo tiene relación directa con nuestro sistema inmunológico por lo que es clave mantenernos realistas, pero con fe y esperanza de que saldremos fortalecidos.
Nadie nos dijo que emprender era miel sobre hojuelas y como bien sabemos las crisis traen siempre oportunidades ocultas.
A continuación, te comparto cinco recomendaciones para no claudicar en tu sueño emprendedor:
1. Agradecer cada día al despertarte y antes de ir a dormir. Agradece por estar vivo y sano por tantas cosas que abonan a nuestra felicidad, intenta agradecer por algo diferente cada día, después de una semana notarás la gran cantidad de bendiciones con las que cuentas.
2. Visión de futuro. No dejes de tener en mente un futuro prometedor para ti y para tu emprendimiento. Un emprendedor que no tiene fe en su futuro está condenado al fracaso.
3. Equilibrio. Los negocios y lo material son importantes, pero no dejan de ser un espejismo. Busca un balance entre el trabajo, tu familia, tus amigos y tu persona.
4. Ayudar. Dedica unas horas a la semana a realizar alguna labor social o subsidiaria, ayudar a los demás te ayuda a mantenerte positivo.
5. Reconocer lo importante. No te confundas, lo verdaderamente trascendental en tu emprendimiento es el bien común, trasformar para bien la vida de las personas.
Thomas Mann, novelista y crítico alemán señalaba: «La soledad hace madurar lo original, lo audaz e inquietantemente bello, el poema. Pero también engendra lo erróneo, desproporcionado, absurdo e ilícito».
Nuestro deber es lograr que esta soledad, que nos obliga a tener los negocios cerrados a causa de la pandemia, saque a flote nuestra mejor versión como emprendedores.
Se dice que una crisis económica ocurre cuando un sistema económico debe renovarse, es posible que esta contingencia dejó visible la necesidad de un cambio en el ecosistema empresarial.
Nuestro país necesita hoy más que nunca honestidad, justicia y solidaridad en los negocios.