Roberto Quintero
Es esta columna que trata sobre emprendimiento, tendremos una vez al mes a un emprendedor invitado, quien nos compartirá sus testimonio y consejos, en esta ocasión recibimos con gran gusto la pluma de: Marilupe Prosperi Albisúa.
¿Porqué es importante la familia para el empresario?
Si navegamos en internet y buscamos la definición de empresa, podremos encontrar lo siguiente: «Acción o tarea que entraña esfuerzo y trabajo», o por otro lado: organización de personas que buscan objetivos en común. Por lo que es inevitable hacer la relación entre ésta y la familia. Todas las familias requieren lo mismo, trabajo y esfuerzo. También en ella se persiguen objetivos en común, como la unión de sus miembros, el amor, la felicidad, el bienestar, entre muchos otros. Todos venimos de una familia, cada uno con diferentes experiencias que dejan huellas en nosotros. Las vivencias familiares forman parte de nuestra historia, por ende, de nuestra identidad.
Dicho esto, respondamos a la pregunta. ¿Las relaciones familiares son determinantes para llevar una vida plena en cualquier ámbito?
Una persona alcanzará su plenitud a medida que se sienta satisfecho no solo a nivel profesional, sino especialmente a nivel personal. Somos seres integrales, esto quiere decir que, las vivencias cotidianas en los diferentes roles y ámbitos en los cuales nos desenvolvemos como en la familia, el trabajo, los amigos, están conectados unos con otros. Por más que alguien practique la prudencia y la discreción, cuando algo va mal en casa se nota en el trabajo, o viceversa.
Muchos estudios han revelado la relación que existe entre la estabilidad emocional (que tiene su raíz en la familia) y el rendimiento laboral. Se es mucho más eficiente, más productivo, cuando una persona es cercana a los suyos, se sabe amada y apoyada. La familia es un gran pilar en la vida de las personas, todo puede desmoronarse, pero siempre está la certeza de contar con «los nuestros». Robin Sharma, propone que para ser líderes, primero hay que empezar a liderarse a sí mismo, y así consecutivamente en los círculos más cercanos. ¿Qué más cercano, que nuestra familia?
He aquí la clave: El empresario está al frente de una compañía, es quien lleva el timón del barco, pero antes que nada, es el capitán de otro barco: su familia. Es abuelo, esposo, padre, hijo, hermano. Un buen empresario está centrado en las personas, esto se percibe al ejercer primero el liderazgo dentro de su familia. Estos principios familiares se deben recuperar para vivirlos en la empresa. Creo firmemente en esta premisa: «tu familia, tu mejor empresa», y no es solo una empresa, sino LA EMPRESA. Que permanecerá durante toda la vida. La responsabilidad del empresario será entonces, ver los medios con los que cuenta para invertir en LA EMPRESA, pues de esta depende su propia felicidad.