Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres de todo el mundo, aunque también a algunos hombres.
Muchas de las pacientes que han tenido cáncer de mama han tenido que someterse una mastectomía total, es decir, extirpación completa de uno o de ambos senos, lo que repercute en su salud emocional y autoestima.
Anteriormente, las sobrevivientes tenían que vivir con las cicatrices como un recordatorio terrible de la enfermedad que padecieron porque la reconstrucción del seno es un procedimiento quirúrgico costoso.
En los últimos años, muchos artistas del tatuaje se dedican a reconstruir la aureola y el pezón a mujeres a las que sólo les han extirpado el tumor, parte de los ganglios linfáticos o tejido mamario.
No obstante, no a todas las mujeres les convence este proceso y optan por hacer de su cuerpo un lienzo de bellos colores y diseños que cubre las marcas de la cirugía.
Quienes se han realizado estos tatuajes comentan que recuperan su confianza y autoestima, su esencia femenina y su cuerpo, al que no querían ni tocar ni ver.
En México, la organización Heart Ink México, fundada por Yamili Villagómez, se dedica a cubrir las cicatrices quirúrgicas con tatuajes a las ‘guerreras’ que han sobrevivido al cáncer de mama:
“Es una alternativa para la reconstrucción o que sí optaron por la reconstrucción, pero que quieren tapar la cicatriz que dejó la mastectomía. Una cicatriz que sí eligieron.”
Villagómez señala que esta iniciativa busca empoderar a las sobrevivientes de cáncer de mama y, asimismo, hacer ver que un seno sólo es un seno y que no es ninguna manera un símbolo representativo de las mujeres.
Fotos de Pinterest y Nathalie Kaïd