La alcaldesa de Cancún, Mara Lezama, condenó las acciones violentas de agentes de la Policía Municipal que dispersaron a feministas que protestaban por el feminicidio de Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado, conocida como Alexis.
«El día de hoy se llevaron hechos lamentables para nuestra ciudad, hechos lamentables para nuestra gente, una manifestación feminista fue reprimida con violencia por parte de la Policía Estatal. Solicito que se ejerza toda la fuerza para castigar a los culpables, que no haya impunidad».
La alcaldesa también afirmó que ya había exigido a la Fiscalía que todos los detenidos durante la protesta ‘fueran liberados’. Además, señaló que ‘ha dado instrucciones precisas para que se realicen las investigaciones correspondientes’.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín Gonzáles, a su vez, afirmó que ‘dio instrucciones precisas de no agresiones y no armas en las marchas que se darían’ el 10 de noviembre. También afirmó que investigará al ‘responsable que dio instrucciones diferentes a estas y ha provocado toda esta situación complicada’.
Unos 2 mil manifestantes se congregaron en el centro de Cancún para exigir justicia por el asesinato de Bianca Alejandrina —una joven de 20 años que desapareció el 7 de noviembre y cuyo cuerpo descuartizado fue encontrado el 9 de noviembre en un basurero— y otras mujeres mexicanas.
Los agentes de la Policía realizaron varios disparos al aire para dispersar a los activistas frente al Palacio del Gobierno. Varios protestantes resultaron heridos a consecuencia de las acciones de los uniformados.
Todo sucedió cuando la marcha llegó al Palacio Municipal de Cancún donde la Policía había clausurado la entrada con vallas.
Según el portal Animal Político, un hombre encapuchado prendió fuego a una especie de barrera de madera que blindaba las instalaciones. Fue entonces que un grupo de policías municipales se abrió paso abriendo fuego al aire a escasos metros de los manifestantes.
Llevaban uniforme, iban encapuchados y portaban además chalecos antibalas y armas largas.
Las detonaciones comenzaron después de que distintos colectivos intentaran entrar en las instalaciones para reclamar a las autoridades la falta de medidas para prevenir los feminicidios y perseguir a los culpables cuando ocurren.
Cuando la multitud sale corriendo, son los informadores los que quedan grabando las escenas mientras que los policías locales intentan ‘arrebatar teléfonos y cámaras a periodistas presentes’, explicó el director para las Américas de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
Animal Político contactó a periodistas en Quintana Roo e indicaron que al menos hay cuatro periodistas heridos por disparos o por golpes de los policías.
Con información de Sputnik News y El Universal
Fotos de Twitter @27ARLETH27, @MareaVerdeMex y @NamelessSoulJ