Roberto Quintero
En esta columna que trata sobre emprendimiento, tendremos regularmente a un invitado, quien nos compartirá su testimonio y consejos, en esta ocasión recibimos con gran gusto la pluma de una gran líder del emprendimiento social: Carlos Téllez, Emprendedor y asesor colombiano.
“Empresas exitosas”
¿Qué es una empresa exitosa? En otra época, tamaño, crecimiento o rentabilidad eran variables dominantes para responder esta pregunta. Actualmente, los criterios para calificar el éxito de una empresa son más amplios e incorporan la mirada de sus partes interesadas.
Una empresa exitosa tiene un claro propósito y visión de futuro, ejecuta una estrategia intencional con focos definidos de gestión para materializarla, y compite con una propuesta de valor sólida relevante para sus clientes. Consciente de su éxito, conserva la capacidad de aprendizaje para evolucionar y mantenerse vigente, mientras contribuye al desarrollo de su industria llevándola a un nivel superior que genere mayor bienestar colectivo. El éxito no extingue en su cultura la curiosidad, ni su deseo de innovar para superarse cada día a sí misma.
En lo financiero, una empresa exitosa es sólida patrimonialmente, tiene un sano nivel de endeudamiento acorde con su generación de caja, y logra de manera sostenida márgenes que remuneran apropiadamente el capital que utiliza, los cuales le permiten además invertir para actualizarse y crecer generando empleo de calidad.
La empresa exitosa es valorada por las comunidades donde opera, goza de impecable reputación y su impacto positivo es visible a su entorno y para quienes la integran, lo cual legitima su licencia social para existir. Para ser viable, no necesita recurrir a deficiencias intencionales en el cumplimiento de la ley, el pago de sus impuestos, la atención a sus responsabilidades con el medio ambiente y el cuidado de los estándares prometidos a clientes y colaboradores.
Los competidores miran la empresa exitosa con respeto y como referente, los proveedores con lealtad y sus potenciales aliados con interés, mientras que los clientes a los que sirve la aprecian por su transparencia en la relación que establecen y la coherencia con un propósito genuino que guía sus actuaciones, el mensaje de sus marcas y las características de sus productos.
Una empresa exitosa es querida por la gente que la integra, la cual desde esa conexión emocional entiende la estrategia y la apropia para comprometerse plenamente. En su interior habita una cultura sólida y pertinente para lo que la empresa desea lograr, y se convive en un ambiente agradable, colectivo y humano, de ejecución y resultados. Éxito significa para ella tener un equipo sólido, con sucesores en formación para los cargos claves, y capacidad para atraer y conservar el talento que necesita.
Finalmente, una empresa exitosa tiene un excelente gobierno corporativo y genera en sus accionistas un alto sentido de pertenencia derivado del significado que le da a su vida como empresarios. El éxito empresarial tiene diversidad de matices y enfoques. Este es un marco básico de referencia para definirlo en forma concreta, comunicarlo y alinear esfuerzos para conseguirlo.