Roberto Quintero
La pandemia y el cierre temporal de operaciones ha afectado a todo el sector empresarial, pero lo que ha ocasionado en el sector restaurantero es gravísimo.
Podemos afirmar que nunca en la historia de la industria restaurantera se había presentado una situación tan delicada como ésta, una tormenta perfecta causada por los siguientes factores:
1- Una caída de ventas superior al 70% durante el año 2020.
2- Una situación grave de falta de flujo de efectivo y capital de trabajo emanada del cierre temporal.
3- Requerimiento de inversión adicional para acondicionar instalaciones y procesos a los protocolos.
4- Un incremento en costos, derivado del alto porcentaje que cobran las plataformas digitales de entrega a domicilio y de los empaques necesarios para el envió de los alimentos.
5- Aperturas en falso que han descapitalizado a los restauranteros.
6- Cierre durante la última quincena del año, la cual representa un ingreso sumamente importante para la industria.
7- Y finalmente la prohibición de abrir durante el primer mes del año 2021, lo que ocasionará un cierre masivo de restaurantes y en consecuencia una enorme cantidad de familias que perderán su fuente de ingresos y sus empleos.
Cabe mencionar que el sector restaurantero tiene características muy importantes a nivel nacional y por supuesto a nivel estatal, entre ellas podemos mencionar las siguientes:
• La industria restaurantera es la primera opción de auto empleo: los mexicanos que decidimos emprender, ya sea porque queremos ser nuestros propios jefes, por que recibimos dinero derivado de una liquidación, porque tenemos una receta que ha pasado de generación en generación en nuestra familia o porque queremos hacer nuestro sueño realidad. Lo que abrimos son RESTAURANTES.
• Somos el primer empleo de muchos mexicanos: No importa si eres empresario, médico, abogado o político, seguramente tu primer trabajo formal fue mesereando. La industria restaurantera permite un espacio para el primer encuentro de los jóvenes mexicanos con el mundo del trabajo.
• Somos centros de formación: El restaurante además de ser el primer trabajo de los mexicanos, es un importante centro de formación en competencias y habilidades blandas para los profesionistas del futuro.
• Damos la oportunidad de empleo a todos: Nuestra industria no hace distinción alguna, mujeres y hombres sin necesidad de un título profesional o de una formación escolarizada, tienen cabida en la industria.
Es importante invitar a la sociedad en general, y, por supuesto, a las autoridades federales, estatales y municipales para apoyar a nuestra industria; miles de restaurantes están en riesgo de cerrar si no buscamos el “como sí”.
Seamos responsables y creativos a la vez para buscar opciones de abrir de inmediato con aforo reducido y con los protocolos necesarios. La venta a domicilio no es suficiente para que los restaurantes se salven.
No me queda duda, derivado de su importancia en la economía, la creación de empleos y el impacto en la dinámica social de los mexicanos, la industria restaurantera es un sector esencial para México.
La reapertura inmediata con aforos reducidos, el apoyo con el pago de impuesto sobre la renta, impuesto sobre nómina y cuotas del IMSS, así como la deducibilidad al 100%, ayudará a que no desaparezca un sector tan importante para el país.
Seamos solidaros con los restauranteros, solo hay dos opciones: ABRIR O MORIR.