El duelo por la pérdida de un ser querido produce diferentes emociones y comportamientos naturales como tristeza, ansiedad, negación, culpa, depresión, enojo, entre otros, como respuesta al dolor, el cerebro empieza a regular con acciones y estrategias de control para evitar el malestar a corto plazo, por lo que el psicólogo y profesor de la Anáhuac México, Carlos Becerra Rebelo, enfatizó que se deben aceptar y comprender las situaciones que se presentan, ya que a largo plazo pueden atraer mayores contrariedades.
Lo anterior, al participar en la Cátedra Prima organizada por la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla, compartiendo a los alumnos de la licenciatura y maestría una de las terapias más utilizadas actualmente en psicología, la denominada «Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)».
Explicó que el principal objetivo de la Terapia ACT es promover la aceptación del malestar, hacerle un espacio a las emociones y no luchar para desaparecer el síntoma. Aprender a convivir con las sensaciones y pensamientos, para enfocarse en lo valioso e importante que cada individuo tiene y así darle sentido a la vida.
«Los pensamientos y emociones son parte de nuestra historia Cuando más nos resistimos, el dolor es mayor; mientras más rígidos estamos, menos podemos hacer cosas diferentes», aseguró el experto.