Amiga, amigo que me hace el favor de leerme.
Seguramente usted tiene una pésima imagen de los políticos. Le caen mal o no los tiene, en general, en buen concepto. Además estoy casi seguro de que, entre tener que tratar con alguna empresa o tener que tratar con un burócrata, siempre optará por tratar con la empresa. Entonces lo que le contaré no le gustará.
Antes de platicarle todos los efectos económicos, sociales y legales de la reforma eléctrica que mandó el presidente al congreso, le debo explicar: con ese cambio, CFE ya no será una empresa que tenga por principio buscar ser eficiente o productiva, sino que se vuelve un órgano de Estado más, una oficina burocrática con toda la autonomía, .
¿Quién le pondrá reglas, la supervisará? ¡Ella sola! ¡Faltaba más! Para eso desaparecen la Comisión Reguladora de Energía. No vaya a ser que provoquen un apagón por malas decisiones y alguien externo los vaya a castigar o siquiera investigar.
¿Quién pondrá sus tarifas? La misma CFE, para asegurarse de que paguemos cualquier cosa que se le ofrezca al director o el sindicato, que ya dijo que va de la mano.
Y es que operar centrales de generación de electricidad que cuestan siete veces lo que cuesta comprarle la misma energía a un privado sale caro y hay que asegurarse de que lo pague el consumidor. ¿Quiere un ejemplo? Las plantas de combustión interna de CFE tienen costo promedio de 2,907 pesos por megawatt-hora (MWh), mientras los parques eólicos privados que le venden a CFE por contratos de subastas, entregan por 358 pesos cada MWh, según información de agosto pasado de la Comisión Reguladora de Energía.
Ahora, pasar de empresa productiva a organismo de Estado, sin los controles que una empresa de ese tamaño debe tener y sin tener más regulación que la que ella misma se pone, viene acompañado de simular un mercado, donde CFE podrá comprar hasta 46 % de la energía, sin reglas claras y en total discrecionalidad. Eso le conviene a alguien: quien firma el contrato, el director de CFE. Un espacio más a la corrupción. Ya lo dijo el presidente “esperábamos que se acercaran a negociar con el licenciado Bartlett” ¿Recuedan?
Pero ¿Qué va a pasar con el costo de la energía eléctrica? Pues a usted en su casa le podría apostar que no se lo van a subir. Los electores mandan, entonces hay que echarle dinero a los subsidios para que no vean que sube. O sea: la pagará cara, pero disfrazada, por otro lado. A la que si le van a subir el precio de la electricidad es a la industria. Y no lo digo yo, lo dijo el director general de CFE (twitt: https://twitter.com/manuelbartlett/status/1445754771290267657?s=24)
Y eso ¿a mi qué? Dirá usted.
Pues simple, que la industria le trasladará ese incremento al consumidor. Si cuesta un peso más de electricidad hacer un kilo de tortillas, la tortilla le costará un peso más a usted. Lo mismo con refrescos, harina, cemento, pan, azúcar, acero, vidrio, aluminio, algunas tiendas, supermercados, plásticos y un largo etcétera. Casi cualquier producto subirá de precio, pues para hacerlos se necesita electricidad y ya dijo Bartlett que se asegurará de que suba de precio a la industria.
Peor la cosa, hay una serie de centrales de generación que ya dijeron que van a dejar operar si llegan a un acuerdo con CFE; pero otras centrales, que quien escribió la reforma considera ilegales y no podrán operar. Cuidado, no hay juicio de por medio para decir que son ilegales, sólo una idea de este gobierno. Quienes consumen la energía que provenía de esas plantas, ahora deberán comprarle a CFE mucho más caro, pues operarán con el incremento de precios que mencionábamos arriba. Pero si no es así, deberán buscar un sitio distinto a donde irse, con costos competitivos de energía y ese sitio NO estará en el país.
Hay un problema más. Esa empresa que hoy en día tiene un contrato y a la que se lo van a cancelar, no podrá acudir a tribunales nacionales, pero si a otros internacionales a demandar a México. Y con toda certeza, en unos 10 años perderemos los juicios y deberemos pagar las indemnizaciones correspondientes, que pueden ser de decenas de miles de millones de dólares, dinero que será indemnización por haber seguido el sueño de alguien que no conoce ni entiende al sector, pero que busca votos nacionalistas. A costa de usted y su bolsillo, claro.
Twitter: @vicfc7