El discurso de apoyo a la Cuarta Transformación, leído por el General Luis Crescencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional, el 20 de noviembre, ha provocado todo tipo de comentarios.
Todo se debe sin duda al clima de polarización existente creado y exacerbado por el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Es necesario analizar el contexto y los antecedentes. AMLO recién regresa del encuentro con el Presidente de Estados Unidos y el Primer Ministro de Canadá; pese a la pandemia realizó un imponente desfile militar; ha depositado las principales obras y acciones en el Ejército; en el pasado era habitual ese respaldo en algún momento del sexenio.
Con Enrique Peña Nieto el entonces titular de la SEDENA, Salvador Cienfuegos apoyó las reformas estructurales impulsadas por el Presidente.
Antes, con Felipe Calderón Hinojosa, el Secretario en turno, Guillermo Galván Galván, reiteró la legitimidad tan cuestionada del Primer Mandatario.
En el primer cambio de partido en el poder, con Vicente Fox Quesada, el Secretario de la Defensa, General Clemente Vega García refrendó la lealtad del ejército al Presidente en turno.
En el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, el General poblano Enrique Cervantes Aguirre en sus discursos hizo llamados a la unidad de los mexicanos. Incluso en 1996 el ejército y fuerzas policiales desalojaron a perredistas encabezados por AMLO quienes habían tomado pozos petroleros en Tabasco.
Vueltas que da la vida. Todavía en febrero 2017, como candidato presidencial de Morena, López Obrador en su tercer intento de llegar a Palacio Nacional, denunciaba las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares en el combate al narcotráfico.
Ahora, como Presidente en este sexenio las fuerzas armadas están a cargo de casi todo el aparato gubernamental en el país.
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Periodista. Catedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP. Pionera en Puebla de noticiarios y programas de radio con perspectiva de género desde 1997.