La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes de que ve precipitado pensar en tratar la COVID-19 como una enfermedad endémica por la incertidumbre que aún rodea el coronavirus y la alta transmisibilidad de la variante ómicron, que podría contraer más de la mitad de la población europea en un plazo de seis a ocho semanas.
Más de siete millones de nuevos casos han sido registrados en la región europea de la OMS – que comprende 53 países de Europa y Asia Central – en los primeros siete días del año, el doble que dos semanas antes; y veintiséis países han notificado que más del uno por ciento de su población está contrayendo el virus cada semana.
Con ese ritmo de transmisión más del cincuenta por ciento se infectaría en un máximo de ocho semanas, según un cálculo del Instituto de Métricas y Evaluaciones de la Salud (IHME), de la Universidad de Washington, citado en su comparecencia por el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
«Hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro», dijo Kluge, quien insistió en que el coronavirus ha sorprendido «más de una vez» y que «no es buena idea» hacer previsiones por la incertidumbre que afecta a factores como la COVID persistente y la alta transmisibilidad de ómicron.
«Hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro».
Hans Kluge, Director de OMS-Europa
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