IDIOMA… Los cronistas olímpicos se “esmeran” en soltar disparates. Hablan del “performance” de algún atleta refiriéndose a “cómo desempeña su ejercicio”. Pero “performance”, anglicismo innecesario que bien puede suplirse por “espectáculo artístico improvisado”, tiene sólo dos significados, según la Academia de la Lengua: 1) rendimiento, es decir, proporción entre el resultado y el medio usado para llegar a él; y 2) actividad artística que tiene como base la improvisación. ¿Que tiene que ver esto con la calidad y precisión en el descenso o el salto de un esquiador en la nieve de una montaña?… O también, usan “fundamentar” y “argumentar” como si fueran críticos artísticos o literarios. Ejemplo: Compiten dos atletas. Uno hace un excelente trabajo. Luego el otro hace su rutina, y el cronista advierte: “A ver cómo fundamenta su ejercicio o a ver qué argumentos muestra”, queriendo decir llanamente: “A ver cómo ejecuta su ejercicio para superar al oponente”… Todo por falta de “argumentos” técnicos para nombrar las acciones de una competencia netamente deportiva.
PODER… A propósito de olimpiadas, ha sido muy lamentable el papel de México a lo largo de sexenios. Desde 2012 no gana una medalla de oro. Mejor les ha ido a Cuba o Colombia. En la olimpiada de invierno actual, da pena (en ambos sentidos de uso en nuestro país: tristeza y vergüenza) ver que sólo hubo cuatro competidores. No faltarán quienes objeten que los deportes invernales no son nuestros. Y si no lo son, ¿por qué participamos?… Hay dos temas en los cuales muchos países se esmeran en destacar: deporte y lectura. Ambos rubros muestras el músculo, dicho sea, en sentido metafórico, la fuerza física y la fuerza intelectual. Y los países que más impulsan tale aspectos son los más desarrollados del mundo. ¿Cuándo se darán cuenta de esto nuestras autoridades?… Gracias.
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Lic. en Letras españolas egresado de la BUAP, escritor, autor de cerca de 40 libros