Cada año, aproximadamente 400,000 niños y adolescentes de 0 a 19 años desarrollan cáncer en todo el mundo. Los tipos más comunes de cáncer infantil incluyen leucemias, cánceres cerebrales, linfomas y tumores sólidos, como tumores de hueso, neuroblastoma y los tumores de Wilms.
En los países de ingresos altos, donde los servicios integrales son generalmente accesibles, más del 80 por ciento de los niños con cáncer se curan. En los países de ingresos bajos y medianos menos del 30 por ciento cuentan con esa posibilidad.
En México, el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad entre los 5 y los 14 años de edad, cobrando más de 2 mil vidas anuales y la sobrevida nacional en niños y adolescentes registrados es de 57 por ciento. Solo el 29 por ciento de los países de bajos ingresos informan que los medicamentos contra el cáncer están generalmente disponibles para sus poblaciones en comparación con el 96 por ciento de los países de altos ingresos. Las razones de las tasas de supervivencia más bajas incluyen: retraso en el diagnóstico, incapacidad para obtener un diagnóstico preciso, terapia inaccesible, abandono del tratamiento, muerte por toxicidad y recaída.
Por lo general, el cáncer infantil no puede prevenirse ni identificarse mediante pruebas de tamizaje, entonces, la estrategia más fiable es centrarse en un diagnóstico temprano para lograr respuesta a un tratamiento eficaz y una mayor probabilidad de supervivencia, menos sufrimiento y, a menudo, un tratamiento menos costoso y menos intensivo. Una valoración correcta es esencial ya que cada cáncer requiere un régimen de tratamiento específico que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia. El diagnóstico precoz consta de 3 componentes: conocimiento de los síntomas por parte de las familias y los proveedores de atención primaria; evaluación clínica precisa y oportuna, diagnóstico y determinación de la extensión de la propagación del cáncer; y acceso a un tratamiento oportuno.
El cáncer infantil se asocia con síntomas de alarma, como fiebre, dolor de cabeza intenso y persistente, dolor óseo y pérdida de peso, que pueden ser detectados por las familias.
El acceso a un diagnóstico eficaz, medicamentos esenciales, patología, hemoderivados, radioterapia, tecnología, atención psicosocial y de apoyo es variable e inequitativo en todo el mundo. Sin embargo, la cura es posible para más del 80 por ciento de los niños con cáncer cuando los servicios son accesibles.
Dra. Andrea Huerta Moreno
Oncóloga pediatra
Hospital Ángeles de Puebla,
Hospital del Niño Poblano
World Health Organization. (2021). CureAll framework: WHO global initiative for childhood cancer: increasing access, advancing quality, saving lives. World Health Organization. https://apps.who.int/iris/handle/10665/347370