Por Raúl Castillo C.
Lo que el estudiante redactó en el ensayo que presentó a su maestra presentaba algunos datos sorprendentes y otros incongruentes, varios de ellos estaban plasmados con opiniones y enfoques que éste chico(a) había platicado con amigos y vecinos, sobre el tema de la cantidad de abortos que las mujeres se realizan en una colonia de la ciudad de Puebla. No obstante, los datos equivocados que ahí se leían, a la maestra le parecieron relevantes en algunos párrafos, sobre todo que llevaban una buena cantidad de creatividad por la manera como entretejió su narrativa.
Lo anterior es un común en muchos de los escritos o ensayos de trabajo que algunos estudiantes realizan. La intención de este escrito no es exhibir la capacidad de los jóvenes en sus trabajos de investigación, el objetivo es puntualizar que estudiantes de la estructura educativa media superior caen en este tipo errores con desvíos de los datos duros, motivados por el sobresalir de las creencias y rumores por encima de los hechos que reflejan los datos estadísticos que deberían consultarse en instituciones de salud.
El contexto anterior nos lleva a mostrar la importancia que tienen las bibliotecas, lugares de estudio, consulta y diseminación de información, donde se pueden revisar datos estadísticos de materiales físicos o digitales de los que en la actualidad la mayoría de las bibliotecas tienen.
Muchos estudiantes en la actualidad utilizan datos informativos de páginas en Internet que no representan datos ciertos ni relevantes, la mayoría de las veces utilizan blogs, o páginas que presentan datos no verificados o contenidos que no están sustentados por revisores, por lo cual se queda en notas e información que resulta ser meras opiniones o enfoques personales de alguien que no llega a documentar lo que escribe.
Los bibliotecarios y docentes tenemos la obligación de invitar, y provocar que los estudiantes utilicen las bibliotecas, llevarlos a que encuentren en ella información valiosa, relevante y verdadera, para de esta forma éste no utilice conceptos y datos falsos o sesgados. Es urgente que las bibliotecas no solo se ocupen de la comunidad estudiantil donde se encuentran ubicadas, sino que por otro lado, centros documentales públicos diseñen actividades provocadoras y motivantes para que sean ya utilizados de forma permanente por el público en general.