Introducir una marca o producto en un país diferente a donde éste nació no es tarea fácil, es necesario tener clara la propuesta de valor, los elementos a tropicalizar y la estrategia de ejecución.
En el caso de la emblemática marca colombiana de café Juan Valdez, el reto de llegar a México ha sido complejo.
Recientemente tuve la oportunidad de estar en Bogotá y conocer dicha marca y la experiencia que ofrece en sus tiendas además de su interés de tener presencia en México después de su primera incursión fallida.
Fue en el año de 1959 que la agencia Doyle Dane Bernbach (DDB) creó el personaje Juan Valdez para la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) con la intención de dar identidad al café colombiano. En el año 2002 se genera la marca Juan Valdes que conocemos actualmente, con la intención de beneficiar a las más de 500 mil familias productoras de café y que formar parte de la cadena de valor de la empresa.
En la actualidad operan más de 500 cafeterías Juan Valdez en todo el mundo, sin embargo en el caso de México no se ha tenido el éxito esperado.
En su primera incursión en el año 2013 el plan era contar con cien unidades en una primera etapa a través de franquiciatarios locales independientes, sin embargo para el año 2018 sólo habían abierto diez puntos de venta, los cuales debido al incumplimiento ahora ostentan la marca Finca Kafeto.
Este año los directivos de Juan Valdez han declarado su intención de regresar a México de la mano de un socio local, tal y como lo hizo Starbucks con Alsea, la empresa restaurantera más grande del país.
El encontrar un socio local potente en el país a conquistar es clave para asegurar una incursión exitosa, esta estrategia es conocida como softlanding.
A diferencia de hace diez años, México es un mercado ya maduro en lo que a cafeterías se refiere, hay jugadores globales, regionales y locales que atienden a los diferentes mercados.
¿Has pensado quién sería tu socio idóneo para incursionar en otros países?.