El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, en compañía de ejidatarios, comuneros y guardabosques, hizo un llamado a las autoridades federales para que atiendan el problema de la plaga de insectos “descortezadores”, que provocan un alto grado de deforestación y degradación de bosques en varios estados del país.
El legislador poblano refirió que en 2020 se registró la pérdida de más de 120 mil hectáreas boscosas por dicho insecto; las entidades más afectadas son Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla.
En este contexto, Alejandro Armenta advirtió que cuando se sequen los pozos de riego y los que suministran el agua a las ciudades, entonces habrá una alerta por escasez del líquido para poder producir los alimentos para la población.
Por lo anterior realizó una petición a la Comisión Nacional Forestal, al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que tomen con seriedad este problema.
El presidente del Senado añadió que en sus recorridos por el Parque Nacional Izta-Popo Zoquiapan, los volcanes Iztaccíhuatl, Popocatépetl y otras regiones, los pobladores le plantearon dicha problemática que se agudiza y devasta estas zonas boscosas. En ese sentido, se comprometió a realizar las gestiones necesarias que revisen las acciones para contener la plaga e instaló una mesa de diálogo con representantes de zonas naturales.
Por su parte, ejidatarios, comuneros y guardabosques de diferentes partes del país, pidieron a las autoridades correspondientes que actúen para eliminar esta plaga, y que dimensionen el problema que afecta los bosques de clima templado en México. También pusieron que, después de los incendios forestales, son los insectos descortezadores quienes generan mayores repercusiones a esas áreas naturales.
Aunado a ello plantearon que 2011 hubo un foco rojo por esta plaga, con menor intensidad, que se logró controlar, y por ello, permaneció como parte de un ecosistema; sin embargo, del 2020 a la fecha expertos y ejidatarios han sido testigos de que la plaga de este insecto descortezador ha impactado con más intensidad estas zonas.
Finalmente, dicha problemática provoca pérdida de recursos económicos, por lo que insistieron en que la Comisión Nacional Forestal, que tiene la atribución de dictaminar las notificaciones de saneamiento, haga el esfuerzo para atender esta situación que tiene impacto para a la población en general.