Aquí estamos nuevamente este 8 de marzo. Este día miles de mujeres pertenecientes a diferentes colectivos llevarán a cabo movilizaciones y eventos masivos a lo largo de todo el país -y el mundo- con motivo del Día Internacional de la Mujer. El 8M no únicamente busca conmemorar las luchas de las mujeres contra las opresiones sistémicas, sino además la creación de espacios para cuestionar abiertamente las relaciones de poder: contra el Estado, contra el patriarcado, contra el capitalismo, entre otros más.
Por supuesto que la protesta feminista no comienza ni acaba este día, no es una única e implica muchos, muchos puntos de partida, geografías y experiencias. Durante los últimos años, este día se ha mostrado como una fuerza motivadora para reformular proyectos de solidaridad feminista y para generar una agencia colectiva. Que no se malentienda, no pretendo que se observe a los movimientos feministas bajo un halo de concepciones idealistas de una sororidad que lo abarca todo[1], sino como espacios —a veces contradictorios— con relaciones enfocadas en comprender la invisibilización y la precariedad de las diferentes mujeres que los conforman. Es dentro de estos espacios que las mujeres encuentran lugar para expresiones positivas de empatía, vulnerabilidad y cuidado, pero también lucha, ira, dolor e incomodidad.
Es dentro de estos espacios de solidaridad que podemos hacer uso de nuestra ira e indignación sin ser juzgadas como sensibles e irracionales. Es gracias a nuestro reconocimiento cognitivo y afectivo como sujetas encarnadas, afectadas por la vida precaria, la pobreza, la injusticia y la violencia cotidiana; que hemos aprendido que la ira es esencial para exigir derechos y luchar en la arena política.
La ira es un componente esencial de nuestra autoafirmación. Durante mucho tiempo, las feministas y los movimientos de los que formas parte, han luchado contra las políticas de respetabilidad que restringen la acción política de las mujeres, desmitificando la dicotomía de bondad/maldad asignada a las mujeres que deciden desplegar una retórica de enfado en el espacio público. Ya en previas ocasiones en este mismo medio[2] he escrito sobre cómo la ira constituye una prerrogativa masculina, por lo que las mujeres, así como movimientos sociales minoritarios, están en constante lucha por reapropiarse del derecho a mostrarse públicamente enfadados, convirtiéndose fácilmente en blanco de sanciones negativas cuando lo hacen.
En la vida y en los medios, la ira feminista a menudo es estigmatizada. Esta rabia es exhibida y difamada por ir en contra de los valores culturales, familiares, femeninos, etc., y en muchos casos es presentada como la razón por la cual a las feministas se les violenta. “Por eso las matan”, “por eso las desaparecen” —o joyitas similares — aparecen abundantemente en las redes sociales. La ira nos convierte en un objeto de desafectos porque nos aleja del lugar “apropiado” al que históricamente hemos sido confinadas las mujeres. Ejemplos del escarnio hay muchos, desde la opresión violenta de las manifestaciones de las mujeres en Irán[3] o Egipto[4], la campaña de difamación que sufren las mujeres del movimiento Rise Up for Abortion Rights en Estados Unidos[5], la ola de críticas y caricaturas grotescas sobre la última canción de Shakira[6], hasta las bochornosas declaraciones mañaneras del presidente López Obrador.
Me parece absurdo gastar espacio en mencionar la serie de despropósitos del presidente alrededor de los movimientos y/o marchas feministas. Ya en un artículo previo[7] también en este medio, menciono como “La visión política del Presidente está basada en “un nacionalismo ciudadano fraternal donde la membresía continúa siendo reservada para hombres y dónde las mujeres no podemos ser vistas como iguales”, lo que se ve bien reflejado en sus declaraciones, pues para él “las feministas no somos interlocutoras válidas y de ahí su negación a considerar siquiera que lo que decimos tiene validez.” Lo que el presidente, los medios y muchos miembros de la sociedad mexicana en general cómodamente olvidan es que la protesta y el uso de la ira dentro de los movimientos feministas es una respuesta a toda la serie de vejaciones que muchas mujeres a lo largo y ancho del país han tenido que afrontar.
No hace mucho tiempo atrás, las mujeres no tenían la posibilidad de expresar su ira latente, una ira llena de injusticias llevada por generaciones. Es esa ira feminista, personal y social, afectiva y política en su conjunto, una especie de duelo colectivo por una sociedad mexicana cada día más indolente ante las injusticias que sufrimos las mujeres. Es esa ira movilizada, transformada por el conocimiento y poder basado en las dinámicas de género, un recurso productivo que fuerza el cambio que queremos. Porque si bien el feminismo no es uno solo, es el deseo del cambio lo que une a los varios “feminismos” y a la multiplicidad de las mujeres que los conforman.
Así este 8M, en diferentes puntos locales, nacionales y globales, las mujeres saldrán a las calles a reclamar el reconocimiento básico de la dignidad que históricamente se les ha negado. Y en los días siguientes, las mujeres continuarán organizando marchas, por el derecho al aborto, por las y los desaparecidos, por la defensa de los territorios y sus recursos, entre otros más. Porque es ese entendimiento de que las estructuras patriarcales (capitalistas, raciales, sexuales) afectan a diferentes grupos de mujeres de diferentes maneras que se fomenta una conexión recíproca. Una solidaridad que fomenta la creencia de que la acción colectiva es necesaria para desmantelar las estructuras ideológicas e institucionales que nos oprimen.
Con o sin 8M, las mujeres seguirán resistiendo de formas diversas, y al hacerlo redefinirán las relaciones de los feminismos y ayudarán a desarrollar formas organizativas alternativas y nuevos espacios para la resistencia. Yo me uno a esa ira colectiva y a los nexos de solidaridad que permiten que nuestras alianzas crezcan y persistan. Es a través de esta rabia colectiva que las feministas nos reunimos para protestar, pero también para pensar críticamente cómo imaginamos nuevas formas de estructurar la reproducción familiar, material, social y afectiva, así como las herramientas necesarias para vivir la vida que soñamos y transformar la sociedad en que vivimos.
Referencias:
- Antoun, Naira (23/01/2012) “Las mujeres, el honor y la revolución egipcia”. Viento sur. Disponible en: https://vientosur.info/las-mujeres-el-honor-y-la-revolucion-egipcia/
- Arteaga, Maria “Mexicanas al Grito de Guerra” (28/09/2020) El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2020/09/28/mexicanas-al-grito-de-guerra/?fbclid=IwAR0guYA8R7pFiideLMr4TE53Qks8tBA7u8Gnflcq07uLjHaUd8s5bCkae0g
— “Hacía un 8 de Marzo donde dejemos las cosas claras…” (8/03/2021) El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2021/03/08/hacia-un-8-de-marzo-donde-dejemos-las-cosas-claras/?fbclid=IwAR0G9YXgwbCUa7U0-4BYQpiW2lZQtRn2Qi9xZ6WnMU7W-lvCiVjJTbKUMO0
— “La Rabia como Esperanza Común” (24/11/ 2021). El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2021/11/24/la-rabia-como-esperanza-comun/
- Bartky, Sandra “Sympathy and Solidarity,” “Sympathy and Solidarity” and Other Essays, (Lanham, MD: Rowman and Littlefield, 2002). 69-89.
- hooks, bell. “Sisterhood: Political Solidarity between Women.” Feminist Social Thought: A Reader. Diana Tietjens Meyers, ed. New York: Routledge, 1997. 484-500
- Kristof, Nicolas (19/01/2022) “Irán utiliza la violación para imponer el recato a las mujeres”. The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2022/12/19/espanol/opinion/iran-mujeres-protestas.html
- Mohanty, Chandra. Feminism Without Borders: Decolonizing Theory, Practicing Solidarity. Durham, NC: Duke University Press, 2003.
- “Activistas por el derecho al aborto llaman a un nuevo grupo que lidera las protestas un frente para un culto de extrema izquierda” (12/07/2022) The Intercept. Disponible en: https://theintercept.com/2022/07/14/rise-up-4-abortion-rights-protests-revcom/
- “Nueva Canción de Shakira Desata Ola de Críticas y Memes” (12/01/2023) Nmas. Disponible en: https://www.nmas.com.mx/entretenimiento/shakira-causa-revuelo-entre-fans-nueva-cancion-bizarrap-pique-reacciona
[1] Ya otras feministas han llamado la atención sobre el riesgo de la construcción de una forma universal de solidaridad femenina. Véase los trabajos de bell hooks (1997), Sandra Lee Bartky y Chandra Mohanty, entre otras.
[2] Para artículos previos de la autora sobre este tópico pueden consultar: “La Rabia como Esperanza Común” (24/11/ 2021) El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2021/11/24/la-rabia-como-esperanza-comun/ y “Mexicanas al Grito de Guerra” (28/09/2020) El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2020/09/28/mexicanas-al-grito-de-guerra/?fbclid=IwAR0guYA8R7pFiideLMr4TE53Qks8tBA7u8Gnflcq07uLjHaUd8s5bCkae0g
[3] Kristof, Nicolas (19/01/2022) “Irán utiliza la violación para imponer el recato a las mujeres”. The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2022/12/19/espanol/opinion/iran-mujeres-protestas.html
[4] Antoun, Naira (23/01/2012) “Las mujeres, el honor y la revolución egipcia”. Viento sur. Disponible en: https://vientosur.info/las-mujeres-el-honor-y-la-revolucion-egipcia/
[5] “Activistas por el derecho al aborto llaman a un nuevo grupo que lidera las protestas un frente para un culto de extrema izquierda” (12/07/2022) The Intercept. Disponible en: https://theintercept.com/2022/07/14/rise-up-4-abortion-rights-protests-revcom/
[6] “Nueva Canción de Shakira Desata Ola de Críticas y Memes” (12/01/2023) Nmas. Disponible en: https://www.nmas.com.mx/entretenimiento/shakira-causa-revuelo-entre-fans-nueva-cancion-bizarrap-pique-reacciona
[7] Arteaga, Maria (8/03/2021) “Hacía un 8 de Marzo donde dejemos las cosas claras…”. El Heraldo de Puebla. Disponible en: https://heraldodepuebla.com/2021/03/08/hacia-un-8-de-marzo-donde-dejemos-las-cosas-claras/?fbclid=IwAR0G9YXgwbCUa7U0-4BYQpiW2lZQtRn2Qi9xZ6WnMU7W-lvCiVjJTbKUMO0