Mtro. Carlos González Sánchez
“¿EE.UU. vs Irán o Donald Trump vs Irán?”
Los Estados Unidos de Norteamérica son un país que históricamente surge de la segregación racial: los primeros colonos llegan a ese territorio (fundan las denominadas 13 Colonias inglesas), exterminan con la población nativa y a los pocos sobrevivientes los aíslan en las “reservas”. Los primeros colonos de origen inglés, escocés e irlandés –principalmente- crean una riqueza cultural, económica y posteriormente militar en ese antiguo territorio.
Posteriormente la ola migratoria en el actual EE.UU. se desborda en los siglos XIX, XX y en este nuevo siglo, resulta imparable. Pero ante todo es un país fundado por una cultura anglosajona y norte-europea que en sus entrañas siempre busca ser el número uno y crecer a toda costa y en todos los sectores.
Su enorme territorio adquirido mediante compra, expansión, colonización, guerras y celebración de tratados internacionales, ha hecho de este país la súper potencia actual, que de la mano de sus dos grandes éxitos del siglo pasado –ganadores indiscutibles de la Primera y de la Segunda Guerras Mundiales-, es la potencia imperialista-colonial actual, muy por encima de otros imperios del pasado, como el español, el británico o la antigua Roma.
La política exterior y el régimen legal de los EE.UU. trae una característica que a juicio del suscrito no van a modificar: no celebran tratados internacionales pro Derechos Humanos, ni a favor de la ecología y medio ambiente. Estos tres elementos han servido han a esta nación para consolidar su hegemonía mundial una vez que concluyó la Segunda Guerra Mundial, hasta la actualidad.
El trasfondo de los conflictos diplomáticos y militares de los EE.UU. en los países del Medio Oriente es la concentración del petróleo a su favor y la protección del estado de Israel, situación que ha logrado con éxito; pero tal parece que el conflicto actual con la República Islámica de Irán que estalló hace pocos días, no encontramos elementos suficientes para el envío de tropas al Medio Oriente. Los países “aliados” han sido muy cautelosos en este conflicto, se han dirigido con prudencia y diplomacia, a diferencia de las Guerras del Pérsico de 1990 y 2003, respectivamente.
¿Qué desea Donald Trump?
¿Qué piensa el ciudadano norteamericano de clase media y media alta frente a este conflicto?
¿Donald Trump tiene la aprobación del Congreso para esta operación militar?
Son interrogantes que nos debemos de hacer y que opino que las intenciones de Donald Trump pueden ser varias: evitar ser sometido a juicio, buscar impulsar la economía (“economía de guerra”), gozar de popularidad en su país para buscar su reelección y otra -de carácter diplomático- contrarrestar la enorme figura popular y de respeto que goza Vladimir Putin a nivel internacional. Creo yo que estas son las causas que Trump trae en su mente para llevar a cabo este ataque militar.
Por otro lado, la República Islámica de Irán de manera inteligente nunca ha dado a conocer su verdadero alcance militar, a pesar de investigaciones, acciones de espionaje, sólo es una suposición de lo que es capaz de hacer, es un pueblo que surge de la lucha, que ha vencido la adversidad y que muchas veces se ha enfrentado a vecinos incómodos –Irak, Turquía, Líbano, Israel, la extinta Unión Soviética, Afganistán-.
Dudo que estalle la “Tercera Guerra Mundial”, pero las consecuencias de este conflicto armado son a corto plazo y se verán reflejadas en las políticas migratorias y de internación a los EE.UU., el precio del barril del petróleo, el tráfico ilícito de armas, el cerco que el mundo occidental imponga a los nativos de Medio Oriente, y estar en espera de lo que le máximo líder actual se manifieste: Vladimir Putin.